Gracias a nuestra trayectoria en el sector industrial sabemos que mejorar la producción integral con IA no se trata de sustituir a nadie o de reformar nuestro modo de trabajar, sino de optimizar lo que ya tenemos implantado en la fábrica.
En este artículo de MESbook, vamos a profundizar en todo lo que esta nueva tecnología nos puede ayudar en ese sentido y como el software adecuado facilita todos los procesos pero antes te invitamos a conocer los beneficios de la inteligencia artificial en la industria.
¿Cómo puede la IA optimizar la producción en fábricas?
En una línea de envasado, por ejemplo, tendemos a pensar que la causa de los problemas suele estar en una máquina concreta o en un elemento que falla.
Sin embargo, la IA nos pone delante muchas más casuísticas a través del cruce de información. Es capaz de comparar turnos, recetas, órdenes y microparadas, para descubrir patrones que no son fáciles de adivinar a simple vista.
De este modo, es mucho más sencillo detectar problemas tales como que el error se produce cuando coincide un nuevo empleado, con una parte concreta del proceso. Nos permite dar con el cuello de botella exacto y actuar sobre él.
También podemos ver su impacto en el mantenimiento. Hasta ahora se actuaba por tiempo de uso, la experiencia del supervisor o fallos de maquinaria. Pero con la acción de la IA podemos analizar en tiempo real cada punto de riesgo. Eso permite anticiparse a fallos y planificar el ajuste antes de que ocurra un parón.
En MESbook hemos trabajado a conciencia para integrar esto en nuestros sistemas, conectando máquinas y personas, para que de un modo fácil e intuitivo tengamos al alcance de la mano toda la información de la planta.

¿Dónde aporta más valor la IA en una planta de producción?
En la fabricación la inteligencia artificial es clave en cualquier fase, pero el mayor valor aparece donde hay más posibilidades de alteraciones o cambios. Los procesos más estables no necesitan demasiado aporte de la inteligencia artificial, pero en el resto (que suelen ser lo más comunes), aplicarla implica reducir los riesgos a medio plazo.
En planificación se nota mucho. Coordinar materias primas más eficientes, cambios de empaquetado, prioridades de servicio o tiempos muertos no es sencillo. La IA va aprendiendo del histórico y recomienda acciones que pueden mejorar los procesos.
Otro punto fuerte está en el control de calidad. La IA reconoce patrones que anticipan desviaciones. Puede avisar cuando un horno se comporta de forma distinta a su desarrollo esperado o cuando la temperatura se sale de los grados esperados para su actuación. Evidentemente, esto impacta de lleno en las pérdidas económicas.
Si te interesa la aplicación de la IA en la industria alimentaria creamos en nuestro blog un post muy interesante al respecto.
Estrategias para incorporar IA sin interrumpir la operación
Pero hay que tener en cuenta que la implantación de la IA requiere tiempo y paciencia. Implantarla de golpe puede conllevar más pérdidas que beneficios y lo más eficaz es empezar con la formación adecuada y la medición de resultados antes de aplicar soluciones.
Otro error habitual es pensar que la IA se alimenta sola. No es cierto. La base del éxito está en la calidad del dato. Si seguimos capturando en papel, llegaremos a conclusiones equivocadas. La digitalización previa es obligatoria, y en esto MESbook aporta mucho porque automatiza la captura y contextualiza el dato desde el primer minuto.
También recomiendo involucrar a los operarios. Ellos conocen los trucos y carencias de la línea. Cuando ven que la IA no viene a cuestionar su trabajo, sino a reforzar sus decisiones, el ambiente cambia.
¿Cómo priorizar procesos para obtener resultados rápidos?
Podemos definir tres tipos de procesos en toda cadena productiva que inmediatamente mejoran:
- Primero, aquellos donde haya mucho desperdicio material o temporal. Con ajustes inmediatos se ven grandes cambios.
- Segundo, los que tengan muchos cambios de formato o fórmulas, porque ahí la IA identifica patrones muy rápido.
- Y tercero, los que ya generan conflictos internos, como planificaciones de producción o turnos. Con datos objetivos es más fácil decidir.
La clave está en combinar impacto y simplicidad. Elegimos un proceso, lo digitalizamos, aplicamos la IA y medimos. Ese pequeño éxito abre la puerta a su aplicación a cada eslabón de la fábrica.
Lo importante es no perder el foco, se trata de mejorar la producción integral con IA, no de implantar tecnología porque está de moda.
Y si tú también quieres dar el paso, te invitamos a contactar con MESbook, estaremos encantados de ayudarte a encontrar la mejor solución para tu negocio.