En el sector de procesado de plásticos nos encontramos con características muy particulares que condicionan la operativa de gestión. El control del set-up de las máquinas afecta mucho al resultado de las piezas finales teniendo además que controlar con mucha precisión la eficiencia ya que el margen unitario de contribución suele ser muy bajo.
En este escenario, donde la alta rotación es una máxima y donde el contenido en coste de la materia prima respecto del coste final tiene menos influencia que el coste del valor añadido, es imprescindible poner el foco en el proceso.
Procesos como la inyección de plástico, la extrusión de materiales, el soplado, rotomoldeo, termo-conformado o combinaciones de estos por ejemplo, requieren de control sobre las variables críticas de los procesos y una alta calidad en los utillajes y moldes utilizados.